Ya hemos hablado otras veces de la aceptación. Es el estado emocional que ante una pérdida, nos permite hacer las paces con la puerta que se cierra, para poder continuar adelante.
Un mercado que se desmorona, un activo que pierde valor de la noche a la mañana, un fuego que se lo lleva todo, una persona que se va, una empresa que no nos necesita más, una enfermedad que nos detiene,…
O una caída que impide al joven vaquero Brady Jandreau seguir montando caballos y haciendo rodeos. Es el tema de The Rider, una película basada en una historia real en la que los actores protagonistas representan su propio personaje. Quizás por eso, entre otras cosas, la joven directora china Chloè Zhao, consigue hacernos sentir el proceso de duelo tan intenso que Brady vive tras su caída.
Una caída que le aleja de su pasión, de su fuente de energía. Una caída que le obliga a negociar con la «realidad», con lo que a partir de ese momento es posible. Una caída ante la que debe reelaborar su identidad, porque deja de ser «vaquero» para sí mismo y para todos los que le rodean; bueno, menos para su hermana con síndrome de asperger (la propia Lilly Jandreau), que únicamente le veía como «hermano».
Ane Agirre
Viñetas Vesper 
Deja una respuesta