…Y ahora Minnie (sesgos inconscientes…y IX)

Ignoro si Stella McCartney, a quien en muchos sentidos admiro, ha buscado abrir la polémica con su diseño del atuendo para el icono femenino de Disney, Minnie Mouse. La celebración de 30 años de existencia de Disneyland Paris, se tradujo, entre otros fastos, en el encargo a la creadora de un vestido nuevo para el dibujo animado, y Stella, ni corta ni perezosa, se aprestó a ponerle unos pantalones, que, junto a una edición limitada de camisetas exhibiendo la frase “Divina Femenina”, se pondrán a  la venta el próximo Día Internacional de la Mujer, previo paso por las pasarelas la víspera 7 de Marzo.

El jaleo quedó servido, y tirios troyanos han entrado al trapo: …que si se quieren cargar nuestros valores…, que si defendemos valores nuevos… que si los valores de Minnie son los míos…. La diseñadora naturalmente ha terciado en la disputa declarando entre otras cosas:  “(I hope that) the new look will make Minnie a symbol of progress and empowerment for a new generation«. O sea : “(espero que) el nuevo aspecto haga de Minnie un símbolo de progreso y empoderamiento (¡no puedo con esta palabra!) para una nueva generación”.

Servidora que lleva tiempo en esta brega, y que no siendo precisamente de una “nueva generación”,  ya celebró hace siglos la llegada de los pantalones a su guardarropa, empieza a estar harta de la banalización, utilización e ideologización del asunto del mujerío, pese a lo cual terciaré por última vez: ¿qué hay de retrogradez y desempoderamiento en las faldas y en general en todos los hábitos, afeites, gestos, y tonos tradicionalmente femeninos? ¿Por qué las defensoras de tan justa causa no advierten que abominar de ellos es abominar de “lo femenino”, ahora que (y no quiero entrar en el tema) incluso muchos hombres se pirrian por imitarlo? ¿por qué a estas alturas encuentran más interesante que la Sra. Clinton se presente en pantalones para su retrato oficial, cuando podría verse simplemente como una expresión de comodidad, incluso de coquetería? ¿por qué se utiliza el sintagma “too girly”  (demasiado de chicas, demasiado femenino) para calificar algo de lo que hay que huir? Actuar así es dar la razón a la visión misógina que tanto detestamos; con ello estamos diciendo: “tenéis razón, las cosas de chicas no tienen valor, son sospechosas, pero ¡tranquilos, que vamos a abominar de todo ello en una búsqueda sin fin de simular que somos como vosotros«.

¡Anda, aceptadnos en vuestro club, nosotras sabremos cómo disimular lo que somos, para parecernos a lo que creemos que queréis que seamos!

Araceli Cabezón de Diego

2 respuestas a “…Y ahora Minnie (sesgos inconscientes…y IX)

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  1. Ara, muy bien visto y muy interesante tu comentario … como siempre consigues dar una visión en defensa de lo femenino distinta al status quo …. me apunto a las faldas , los afeites y lo «too girly» …… sin dejar de pensar que somos iguales y distintos a la vez .

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